El Centro de Mediación y Convivencia Ciudadana es un servicio gratuito que el Ayuntamiento de Castelldefels pone a disposición de la ciudadanía para que pueda resolver sus conflictos de manera dialogada y pacífica. Para hacer frente a la crisis del coronavirus ha establecido nuevos canales de atención que están recibiendo más de 40 consultas a la semana.
Desde que se inició el período de confinamiento para frenar la propagación de la pandemia de Covid-19 el trabajo del centro municipal se ha readaptado para poder dar un servicio más amplio y más cobertura vía telefónica y vía correo electrónico. Su director, Javier Wilhelm, en declaraciones a Radio Castelldefels (link), argumenta que son cambios “para atender los conflictos que el confinamiento agrega a los que ya existían”.
El servicio de mediación y convivencia funcionaba antes de la crisis tres días a la semana. Ahora la atención se ha ampliado, pasando a ser de lunes a viernes, entre las 9 y las 18 h, de modo no presencial.
Al teléfono 618 168 119 se ha sumado una segunda línea, el 602 240 168, para poder ofrecer más cobertura. También atienden las consultas recibidas vía e-mail, en la dirección mediacio@castelldefels.org, “donde pueden escribir en cualquier momento exponiendo sus problemas, y luego nos ponemos en contacto con ellos”, explica Wilhelm.
El servicio recibe “una cantidad importante de llamadas; atendemos unos 40 casos a la semana, lo que significa un 80% más, aunque lógicamente nuestra actividad era, antes del confinamiento, principalmente de carácter presencial”.
Problemas más detectados
Durante esta crisis, los problemas más comunes son “conflictos de convivencia por ruidos, fiestas, música en las casas; y disputas o visiones enfrentadas entre propietarios de fincas, en todo lo relativo a la readaptación de cuotas en tiempo de confinamiento. Hay gente que ha visto reducidos sus ingresos, porque se ha quedado sin trabajo, y las comunidades vecinales tienen que readaptarse”.
El servicio también atiende conflictos en relación a los alquileres por la misma razón, por la merma de ingresos de los inquilinos: “hay que optar por la mediación para pactar cómo encarar la nueva situación”, defiende.
También están desarrollando encuentros de mediación entre propietarios de locales comerciales y personas que están obligadas a tener sus tiendas cerradas, con merma de facturación o sin poder facturar nada. “Tratamos de hablar con las dos partes, para intentar que el propietario no pierda a ese inquilino, pero que el inquilino tampoco sea obligado a pagar lo mismo sin tener ningún ingreso. El diálogo nos da la posibilidad de poder sentarse, virtualmente, claro, con nosotros como mediadores, para poder pactar medidas temporales que permitan que cuando vuelva la normalidad ese local no quede vacío”, describe el director.
Ansiedad
El servicio de mediación y convivencia también recibe llamadas de personas que sufren episodios de ansiedad, a causa del confinamiento, que puede afectar a la convivencia: “sedan conflictos, por ejemplo, entre padres e hijos, entre personas acostumbradas a seguir cada una sus tareas y sus horarios, y verse los fines de semana, o a la hora de la cena, y ahora se ven las 24 horas del día todos los días de la semana. Esto implica que si no pactas una serie de normas en la convivencia se acentúe la ansiedad de las personas, y se generen problemas, discusiones… Nuestra idea es dar consejos para gestionar la situación”.
Otro colectivo en muchos casos aislado en soledad y con necesidades es el de las personas mayores, a quienes también atienden: “muchas de estas personas nos conocen, somos para algunos de ellos un referente en el Ayuntamiento, y en estos tiempos de incertidumbre necesitan ser escuchados”, apunta Wilhelm.
Adaptación a la atención a distancia
Creado hace 10 años, este servicio municipal ha trazado, según su director, “un recorrido importante, tanto en lo referente a la prevención de cualquier escalada de conflictividad como en la resolución concreta de conflictos relacionados con la convivencia, así como acciones que tienen que ver con la sensibilización social a favor de la cultura del diálogo y la paz”.
“La gente se dirigía a la Oficina de Atención Ciudadana (OAC), o a la Policía Local, para exponer que tenía un problema de convivencia –relata Wilhelm–, y era derivada al servicio de mediación, a la calle Giralda, en Vista Alegre, que es donde están nuestras dependencias, donde pedía cita y se concertaba un horario”.
El uso del contacto telefónico, antes del confinamiento, era principalmente por parte de sus profesionales, ya que “siempre hacemos un seguimiento de los casos, bien semanal, bien mensual, hacia ambas partes de la mediación, para consultar si funcionaba lo que se había pactado. De modo que antes del confinamiento no recibíamos tantas llamadas, como es comprensible y de sentido común. Acostumbrábamos a recibir una o dos llamadas por semana, como mucho, y era en los casos en que una de las partes nos comunicaba que lo acordado ante nosotros no se estaba cumpliendo”, expone.
Ahora se enfrentan a un reto nuevo. La dificultad de la atención virtual es evidente: “no es lo mismo encontrarte en una misma sala, tranquilos, en la misma mesa, para poder hablar cara a cara, que mediante el teléfono. Además, no todo el mundo tiene en casa un espacio de privacidad para poder hablar, aunque en las últimas semanas la gente se está adaptando a las reuniones de mediación a distancia, y esto implica por nuestra parte lógicamente un cambio en nuestra metodología”.
Consejos
A principios de mes, el Centro Municipal de Mediación y Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Castelldefels editó una guía virtual de convivencia pensada especialmente para estos tiempos de confinamiento.
Javier Wilhelm recomienda que la gente no se aísle, “nadie estaba preparado para esto y debemos hacerle frente entre todos”, dice. “Es entre todos como vamos a salir adelante; necesitamos de los demás, tenemos que estar conectados con los vecinos, con la familia, o pedir ayuda, porque el servicio de mediación y convivencia está para ayudar”.
A modo de conclusión, el director del servicio municipal de convivencia ciudadana se muestra optimista. “Los mediadores sociales somos profesionales especialistas que ayudamos escuchando, conteniendo, empoderando a las personas, ofreciendo herramientas para organizarse y salir adelante, y para gestionar conflictos”, se ofrece. “Y estamos ante un conflicto social que tendrá solución”.
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Programa: Quedem a casa
Ràdio Castelldefels